Dos años después, volvió a jugarse el clásico villamariense y fue una fiesta. Más allá de la victoria de Jockey sobre San Martín, el marco fue impresionante. Detalles de la fiesta.
Fuente: El Diario del Centro del País
Presencias I. Entre la concurrencia estuvieron los intendentes de Villa María Martín Gill y el de Villa Nueva, Natalio Graglia. Además hubo varios políticos de distintas agrupaciones
Presencias II. Entre los presentes se lo pudo ver al entrenador de vóley Javier Weber, de paseo en la ciudad. También a ex jugadores y ex entrenadores de ambos clubes. También hubo stands y numerosas promotoras.
Las copas. La Copa Challenger “Lechuza”, otorgada por el Ente Deportes y Turismo, y la Copa “La Casa del Electricista”, quedaron en manos del ganador del partido.
Presentación. Fue un clásico diferente. Los dirigentes de Jockey colocaron una carpa donde fueron recibidos antes del partido sponsors, invitados especiales y periodistas.
Molesto. Al parecer no pasó inadvertida la presencia de uno de esos personajes que son difíciles de presentar. Mientras molestaba con sus comentarios, aportes e ironías a algunos simpatizantes, criticó airadamente al árbitro, dejando en claro sus desconocimiento de los códigos del rugby. El jugador Rodrigo Bruno, que justo estaba cerca del lugar, identificó al sujeto y lo reprendió: “Che, esto no es fútbol”.
El “Man of the match”. Los periodistas que cubrieron el evento fueron los encargados de votar al jugar del partido. La elección en forma unánime recayó en Joaquín Palazzo, medio scrum de Jockey y autor de un formidable try en el primer tiempo.
Concurrencia. El día acompañó y el clásico contó con un marco espectacular de público. Algunos se animaron a calcular en más de 2 mil las personas presentes en el clásico. A poco más de una hora y media, ya no se encontraba un lugar para estacionar los autos en uno de los sectores.
Jockey Club Villa Maria
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